El movimiento
cooperativo
El movimiento cooperativo se inició en Europa, principalmente en Gran Bretaña y Francia. Entre las pioneras de este modelo, se encuentra la cooperativa Shore Porters Society: una empresa de mudanzas, transporte y almacenamiento establecida por un grupo de trabajadores del puerto en Aberdeen, Escocia, el 22 de junio del año 1498.
Con la Revolución Industrial y los persistentes movimientos laborales que protagonizaron las décadas siguientes, muchos trabajadores comenzaron a sentir su sustentabilidad amenazada y decidieron unirse, para solidarizarse entre sí. Bajo ese contexto, en 1769 en Fenwick, East Ayrshire, Reino Unido, nació la primera cooperativa de consumidores documentada. Su origen se remonta a la Sociedad de Tejedores, cuando sus integrantes comenzaron a comercializar un gran saco de avena con importantes descuentos, en una pequeña casa de campo.
Con los años, el movimiento cooperativista se fue consolidando y para 1830 ya se encontraban conformadas cientos de cooperativas , muchas de las cuales aún hoy continúan prosperando.
Debido a su auge y constante crecimiento, en el año 1844 la Sociedad de Pioneros Equitativos de Rochdale estableció los “Principios de Rochdale” , una base elemental que se fue actualizando hasta llegar a los que actualmente regulan el desarrollo y crecimiento del movimiento cooperativo moderno.